Recordando los inicios del Club Rotaract, no puedo dejar de pensar en el niño Gerardo Hernandez de tan solo 5 años de edad, quien a raiz de un padecimiento de sarcoma de Edwing ( tumor neuroectodermico primitivo ) en el area de la pierna izquierda ( femur ), fue desgraciadamente amputado de la misma. Sin embargo a pesar de esta situacion y de la adversidad en la que se encontraba la familia, su madre la señora Patricia salio con la cara en alto en busca de ayuda para darle a su hijo una nueva forma de vida y se adaptara lo mas pronto posible a la sociedad. Gracias a Dios llego al Instituto Tecnologico de Reynosa en compañia de la Profra. Hilda Pavon al grupo de en ese entonces 2 do. semestre de Ingenieria Industrial a pedirnos el apoyo para conseguir una protesis para el pequeño Gerardo, nosotros teniamos toda la intencion de apoyarla pero de ante mano sabiamos que habia mucho por hacer para lograr el objetivo, sin embargo logramos planear una forma mas organizada para realizar actividades dentro del Instituto para obtener los recursos necesarios ( colectas en todos los salones, rifas entre amigos, el kilometro de a peso, etc. ), pero aun nos faltaba algo mas y gracias a la Dra. Magin Pereda y el Ing. Jose Cervantes nos pusimos en contacto con el Club Rotario de Reynosa quien apartir de darse cuenta que un grupo de jovenes estudiantes estaba interesado en conseguir una protesis para el niño Gerardo nos brindo todo su apoyo para que toda esta historia tuviera un final feliz, ya que ellos ademas consiguieron el apoyo de la maquiladora Emerson. Finalmente Gerardo Hernandez recibio lo que tanto anhelaba una nueva posibilidad para seguir adelante y no solo por el esfuerzo de nosotros los jovenes del Instituto Tecnologico de Reynosa, Club Rotario de Reynosa y todas las personas que ayudaron con su rehabilitacion, la maquiladora Emerson y todas las demas personas involucradas en este asunto sino por el deseo y esfurzo de el mismo por salir adelante con este problema que le cambio totalmente la vida. De ahi nace el deseo por parte del Club Rotario de organizar dentro del Instituto Tecnologico de Reynosa el Club Rotaract, ya que para ellos era primordial tener un grupo de jovenes con deseo de ayudar a los demas, viendolo desde el punto de vista de que aqui se habia sembrado una semilla de solidaridad, apoyo, amistad, y amor por servir a nuestra comunidad.
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